Cómo reaccionar a las críticas

wpid-wp-1447277621466.jpeg¿Cómo te sientes cuando te hacen una crítica? ¿Es una situación incómoda para ti o sueles manejarla de forma positiva?

Recibir críticas no es un plato de buen gusto para muchas personas y además suele ser una situación a la que nos vemos expuestos con relativa frecuencia.

Si es tu caso, si las críticas te generan un malestar significativo, te propongo que recuerdes y analices la última crítica que recibiste…
¿Qué fue lo que te hizo sentir mal?
¿El tono, el contenido, que te llamaran la atención por una equivocación…?
¿Cómo te hizo sentir? ¿Rabioso, triste, empequeñecido quizás?

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Cómo decir que no sin sentirte culpable

¿Para qué aprender a decir que no?

Decir que no es necesario por que en ocasiones, no atrevernos a decirlo, supone sentirnos a disgusto, criticarnos y castigarnos. Mostrarse asertivo también es necesario para establecer relaciones sanas, en las que yo entiendo los limites de los demás, pero también ejerzo los míos.

Podemos valorar que decir que No, es una forma de expresar lo que queremos, lo que sentimos y necesitamos. Es por tanto nuestra opinión la que estamos defendiendo.

Si nos proponen algo y accedemos, con el objetivo de que la otra persona no se enfade, que la relación no se vea afectada o evitar conflictos, realmente lo que sentiremos a corto y largo plazo será resentimiento y no estaremos disfrutando aquello que hemos decidido hacer.

Es verdad que no decir que no, tiene unos beneficios secundarios como son no posicionarnos y no tomar nuestras propias decisiones, siendo más fácil recurrir a la queja y al desahogo.

Si estamos cómodos en esta postura, puede no interesarnos el enfrentamiento. Pero si éste no es nuestro caso y nuestro objetivo es enfrentar aquellas propuestas que no queremos, será útil tener en cuenta las siguientes pautas.

¿Cómo decir que no sin sentirte culpable?

Lo primero es observar en que situaciones decimos que No y cómo nos enfrentamos a ellas.

Si sólo decimos que No cuando la persona demandante es muy insistente, cuando no aguantamos la presión, estamos cansados o enfadados, es muy probable que expresemos nuestro No de forma brusca, en lugar de comunicarnos asertivamente.

Para ello vamos a establecer cuales son mis objetivos y a quien voy a dirigir esta técnica. Esto nos ayudará a obtener los resultados deseados.

También vamos a recordar que, como toda habilidad, es necesario practicar. No siempre vamos a tener un resultado positivo, ni las pautas van a funcionar de la misma forma con todas las personas.

Decir que no es una situación que de por sí nos a resultar un poco desagradable, porque supone poner límites, pero con practica podemos conseguir hacerlo de forma fluida y en línea con lo que queremos para nosotros.

Pautas verbales

speech-bubble-145974_640Invitar al interlocutor a sentarse para que reciba el No con más tranquilidad. Esto favorece el control de la situación y la relajación de los músculos.

Usar el nombre de la persona como medio para captar su atención.

Escuchar activamente hasta que terminen de formular la petición, sin interrumpir. No tenemos prisa en decir que No y podremos utilizar información que nos dan para contestar, ofrecer alternativas, aprender, etc.

Decir No suavemente, usando el nombre y con una breve introducción (”Lo siento, la verdad es que…”) en la que, de forma concreta, la otra persona escuche el «no puedo, no quiero, no me apetece…».

Evitaremos decir No pasivamente “..bueno, no sé, es que yo…» ya que no explica nuestra postura, genera dudas y alienta al otro a insistir.

Si valoramos explicar el por qué de nuestra postura, utilizaremos, si tenemos varias, la razón más suave. Guardaremos las más convincentes por si las necesitamos más adelante. Es recomendable usar excusas reales.

Si nuestro interlocutor se muestra insistente, nos ayudará empatizar con él, tratando de entender por qué insiste, haciéndoselo saber, teniendo presente que entender al otro no es darle la razón.

«Entiendo tu situación Jorge, y que necesitas que te haga este favor, pero…»

Utilizar la técnica del disco rayado, repitiendo, desde la tranquilidad, el mismo mensaje una y otra vez.

Dar razones relacionadas con sentimientos. Si hemos expuesto nuestras razones y no resultan suficientes, podemos utilizar las relacionadas con nuestros sentimientos:

«Realmente, Laura, esta tarde no me apetece salir».

Si no queremos dar un No tajante, porque valoramos otras opciones, podemos plantear alternativas, siempre teniendo la seguridad de que puedan cumplirse. En ocasiones, la propia persona nos da pistas sobre esas alternativas. Aquí será importante la escucha activa.

Si en el momento en el que nos hacen la propuesta no estamos seguros o sentimos que los recursos no funcionan, retrasar la respuesta es una buena opción.

«Permíteme pensarlo detenidamente Elena. Teniendo en cuenta lo que hemos hablado, en cuanto me haya decidido me pondré en contacto contigo».

Si llegamos a un acuerdo, es importante recompensar la actitud del otro.

«Me alegro de que me hayas entendido César»

Pautas no verbales

handshake-651818_640Orientar la cabeza hacia la persona, sin negar con ella mientras nos exponen la petición, ya que indica que no estamos escuchando.

Es positivo que el contacto visual sea continuo. Mirar a otro lado puede dar información negativa para nosotros.

Tener un gesto serio pero no agresivo. Usar la sonrisa cuando veamos que entienden nuestra postura.

La postura del cuerpo debe ser relajada, manteniéndonos a una distancia media, realizando gestos que ayuden al acercamiento.

Pautas paraverbales

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Nos ayudará que nuestro volumen de voz sea medio, para poder subirlo si es necesario.

Y que la velocidad de nuestro habla sea adecuada para evitar cansancio, tensión y que nuestro mensaje llegue claro.

Para finalizar, recordar los beneficios que supone decir No:

  1. Seremos capaces de controlar nuestras interacciones. No sólo aprenderemos a decir que No, si no que las personas de nuestro entorno entenderán que hay aspectos que no aceptamos, que tenemos y ejercemos el derecho a negarnos, que a veces es necesario decir No, y que una conducta insistente no suele ser eficaz.
  2. Del mismo modo, nos ayuda a aceptar la negativa de los demás, ya que empatizamos con su punto de vista. Ya no valoraremos el No como una forma intencionada de molestar, si no como un derecho que se ejerce, como una elección.
  3. Decir que No nos ayuda también a no sentirnos utilizados, a sentirnos bien, porque hacemos aquello que deseamos, sin obligaciones. Nos ayuda a querernos más.

Recuerda: Tienes derecho a decir no y a decidir si quieres atender las expectativas/necesidades de otras personas o si te comportas siguiendo tus propios intereses.

¿Cuales son mis derechos asertivos?

Imagen3La asertividad es la capacidad o habilidad para defender nuestros derechos personales, intereses, preferencias, elecciones, etc de una forma respetuosa. Sin agredir a los demás, empatizando con la postura de nuestro interlocutor, pero sin que esto perjudique a la postura propia. Es la actitud en la que yo soy consciente de mis necesidades y las hago respetar. Seguir leyendo «¿Cuales son mis derechos asertivos?»

Mensaje Yo

mensaje yo - Fotografía: @psicojana

El mensaje Yo es una técnica de comunicación muy útil para utilizarla en situaciones en las que queremos solicitar, de forma asertiva, un cambio de comportamiento en otra persona.

O queremos expresar nuestros sentimientos y/o situación y que nuestro receptor nos entienda, empatice con nosotros y se implique en los cambios que le proponemos.

Normalmente, cuando nos sentimos mal, decepcionados, dolidos o enfadados con alguien, al expresarlo, solemos utilizar el Tú para explicar nuestra queja.

Este uso del Tú que puede parecer normal, activa directamente una reacción de defensa en la persona que nos escucha. Se sentirá atacada y estará invirtiendo su tiempo en preparar argumentos en su defensa, en lugar de escucharnos activamente.

Por eso, esta técnica nos remite al Yo. Al hablar de nosotros mismos, nuestros sentimientos, pensamientos y comportamientos, la probabilidad de que la conversación se vuelva conflictiva es menor. Si yo hablo de cómo me siento, es más difícil que la otra persona pueda rebatirmelo.

Recordemos que nuestro objetivo va a ser comunicar algo que no nos gusta, que no nos hace sentir bien y proponer una conducta alternativa. Una discusión acalorada no es lo que estaremos buscando si ponemos en practica esta técnica.

Para ello, los pasos que daremos serán:

1. Describir la situación lo más neutra posible, ya que queremos eliminar cualquier tipo de juicio que pueda ser interpretado negativamente por el receptor de mi mensaje.

2. Describir cómo me siento. Que emociones genera esa situación en mi. Ejemplo: «Esta situación me hace sentir nervioso/a, intranquilo/a, me entristece, me genera rabia», etc.

3. Proponemos una alternativa, siempre con las palabras «Me gustaría», ya que estoy proponiendo un deseo, con el objetivo de negociar un cambio, no estoy dando una orden.

Ejemplo práctico de mensaje yo

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Tenemos un amigo/a que siempre se retrasa cuando quedamos con él/ella. Esto no nos gusta nada y en ocasiones ha ocasionado la pérdida de algún plan como ir al cine, o no llegar a tiempo al inicio de un concierto. El no comentar la situación hace que cada vez que quedemos, estemos tensos y estemos perdiendo las ganas de quedar con él/ella.

Mensaje yo:

1. David/Sara, las últimas veces que hemos quedado, he estado esperando a que llegaras 15/20 minutos.

2. En esa espera, Yo me siento tenso, me pongo nervioso y me agobia tener que ir con prisas y estar pendiente del tiempo.

3. Por eso me gustaría, que cuando quedemos, intentes llegar puntual a la hora o, si no vas a llegar a tiempo, me avises para que pueda organizarme.

Puede que esta forma de proponer los cambios, en el inicio de su práctica, nos resulte poco natural. Estamos acostumbrados a quejarnos de otras maneras, que si bien pueden parecer más liberadoras inicialmente, no nos ayudan a conseguir el cambio en el otro.

Es recomendable entrenar el esquema, hacerlo propio, con las palabras y las formas de expresiones de uno/a mismo/a. Recuerda que lo importante es que tengas en mente los tres pasos, situación neutra, emociones y conducta.

En cualquier caso, aunque no consigamos el cambio en los demás, mediante la expresión asertiva de aquello que no nos gusta, ¡¡Ya estaremos trabajando nuestra gestión de las emociones de forma positiva!!.