Tratamiento psicológico de la Depresión

¿Qué es la depresión?

El término depresión está muy presente en nuestra comunicación. Al tener un mal día, al estar cansados, cuando sentimos que nuestro estado de ánimo está más bajo de lo habitual, aparecen esas expresiones de «estoy deprimido», «he tenido un fin de semana bastante depre».

La depresión es mucho más que un mal día o una mala semana. Es un serio trastorno emocional que implica cambios importantes en nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, pudiendo experimentar entre otros síntomas:

  • Sentimiento constante de tristeza, apatía, ánimo bajo,
  • Falta de motivación y/o pérdida de interés por realizar aquellas actividades con las que antes disfrutábamos.

Este malestar emocional nos van a afectar de forma global, influyendo en nuestros sentimientos, pensamientos y comportamientos y afectando directamente a todas las áreas de nuestras vida (laboral, familiar, relación de pareja, amistades).

Es frecuente que vayamos reduciendo nuestras actividades, volviéndonos más pasivos. Si esta inercia nos domina, llegaremos a una rutina en la que, de forma más o menos rápida, nos estaremos aislando, dejando de salir, de relacionarnos y en resumen, dejando de tener experiencias positivas y reparadoras.

Diferencia entre la tristeza y la depresión

No es lo mismo estar triste que tener depresión.

La tristeza es una emoción que aparece cuando hemos vivido una pérdida de alguien o algo querido (una persona, una relación, un trabajo, un objeto material, un estatus, un contexto, etc). Su expresión es necesaria, y tiene una función adaptativa importante. Estamos expresando el dolor que nos produce esa pérdida y nos invita a pedir ayuda a nuestro entorno.

La tristeza es por tanto un síntoma más que se puede experimentar al estar deprimido. Si es una emoción que no estamos pudiendo elaborar y que estamos sintiendo con mucha intensidad y duración, afectando nuestro día a día, podrá favorecer la aparición de la depresión.

Relación entre la ansiedad y la depresión

La ansiedad y la depresión suelen ser dos «amigas» que van juntas. Cuando estamos en una situación de conflicto que necesitamos resolver y no lo conseguimos, puede aparecer la ansiedad.

Sentimos ansiedad en el proceso de enfrentar aquello que queremos o tememos, y tristeza si vemos que, de momento, no lo podemos conseguir. Igualmente, la propia experiencia de sentir ansiedad altera nuestro estado de ánimo, sintiéndonos tristes por no sentirnos «bien».

La ansiedad, igual que la tristeza, puede ser un síntoma más de nuestro proceso depresivo.

Síntomas de la depresión

Si estamos viviendo un trastorno depresivo, podremos experimentar síntomas físicos, emocionales, cognitivos o conductuales. A continuación, puedes ver un listado con los síntomas de la depresión.

Síntomas físicos

  • Cansancio continuo
  • Fatiga
  • Sensación de pérdida de energía
  • Movimientos enlentecidos o por el contrario
  • Agitación física
  • Pérdida de apetito o aumento

Síntomas emocionales

  • Podemos sentir tristeza
  • Pérdida de interés
  • Reducción en la capacidad para sentir placer
  • Irritabilidad
  • Irascibilidad
  • Baja autoestima
  • Bajo deseo sexual
  • Ansiedad
  • Angustia
  • Sentimientos de inutilidad
  • Culpa excesiva

Síntomas cognitivos

  • Podemos tener dificultades en la concentración
  • Sensación de pérdida de memoria
  • Dificultad en la toma de decisiones
  • Pensamientos recurrentes sobre el sentido de la vida, la muerte
  • Ideas suicidas o tentativas de suicidio

Síntomas conductuales

  • Insomnio o hipersonmnia
  • Aislamiento
  • Reducción en el número de actividades agradables que realizamos

Causas de la depresión

Conocer las causas de la depresión es algo que puede ayudarnos en el proceso, ya que muchas veces caemos en la pregunta de ¿Por qué tengo depresión? sin poder salir de ahí, sintiéndonos víctimas e incapaces de romper la espiral de malestar.

Pero en muchas ocasiones no sabemos por qué nos estamos sintiendo así. Las causas de tener depresión pueden ser multifactoriales, influyendo en el desarrollo del trastorno la vulnerabilidad biológica, nuestros rasgos psicológicos o los factores ambientales a los que estamos expuestos.

A continuación, puedes ver los tres tipos de causas de depresión que se conocen:

Causas externas de la depresión

Se determinan como causas externas aquellas experiencias, dificultades, decepciones vividas por la persona que conllevan una pérdida dolorosa. Estas pérdidas provocarán una respuesta emocional inicial de tristeza. Si la persona no sabe o no puede afrontarla con eficacia, será cuando pueda verse saturada por la situación, notando cambios emocionales, cognitivos, y conductuales.

Duelos, despidos, rupturas de pareja, pérdida de amistades, son ejemplos de situaciones que pueden estar en el origen de un cuadro depresivo.

Para que una persona se deprima, sería necesario que ocurran cambios en el ambiente en el que vive, que sean percibidos como desagradables, y que supongan una pérdida de algo valioso para ella (un puesto de trabajo, una pareja, una amistad, etc…)

Por tanto, la depresión puede aparecer tras un cambio en la vida que afecta negativamente. El impacto de la pérdida dependerá del valor subjetivo que le otorguemos a dicha pérdida. Puedo perder mi trabajo, pero si es un trabajo que no me gustaba en absoluto, la pérdida no me afectará tanto como si fuese el trabajo de mi vida.

Podemos decir que la depresión aparece cuando en las experiencias que vivimos, no sólo pierdo mi trabajo en sí, sino todo lo que le rodea que me generaba bienestar (aspectos sociales, religiosos, emocionales, laborales, etc).

Incluso los cambios positivos, como un ascenso en el trabajo, o mudarse a una casa más grande, llevan aparejados cambios, pequeñas pérdidas de bienestar, que pueden provocar depresión.

Por ejemplo,

Si me cambio de ciudad, de casa, de gimnasio, pero sigo haciendo las mismas cosas que antes hacía, deporte, salir con gente…, en teoría no debería deprimirme, porque aparentemente no he perdido esas fuentes de bienestar.

Sin embargo es posible que ocurra. Esto es debido a que muchas veces el que disfrutemos de una determinada actividad no sólo tiene que ver con la actividad en sí misma, sino también con los pasos previos, simultáneos, o posteriores a la actividad, que son los que nos producen placer.

Aunque siga haciendo deporte, he perdido quedar con un buen amigo para entrenar juntos, charlar mientras, y tomar un aperitivo después.

Tendremos en cuenta también, al analizar los factores ambientales el aumento en la cantidad o calidad de los sucesos negativos. Es decir, si estoy viviendo un aumento significativo de las experiencias negativas, no sólo desequilibrará la balanza, sino que pueden restan valor a lo positivo.

Causas internas de la depresión

La causa fundamental de este tipo de depresión suele ser biológica. En estos casos la persona no asocia su malestar a un suceso vivido externo y suele haber un componente estacional o hereditario.

Causas orgánicas de la depresión

En estas situaciones el origen de la depresión suele estar vinculado a un aspecto fisiológico u orgánico como puede ser el caso de enfermedades, consumo de fármacos, anemias, trastornos hormonales, etc.

Tipos de trastornos de depresión

A la hora de clasificar los tipos de trastornos de depresión, los psicólogos tenemos en cuenta la gravedad del trastorno, la duración y los síntomas expresados, entre otros factores.

Teniendo en cuenta esas condiciones, podemos encontrar este listado de trastornos asociados al estado de ánimo:

  • Trastorno de depresión mayor
  • Depresión postparto
  • Trastorno de desregularización perturbador del estado de ánimo
  • Distimia – Trastorno depresivo persistente
  • Trastorno disfórico premenstrual
  • Trastorno depresivo inducido por sustancias o medicamentos
  • Trastorno depresivo no especificado

¿En que consiste el tratamiento de la depresión?

El tratamiento psicológico de la depresión que te ofrezco, tiene un enfoque integrador, en el que trabajaremos con técnicas y enfoques diferentes que han demostrado ser eficaces. Adoptaremos un enfoque desde la aceptación del trastorno, y no tanto desde la actitud de lucha.

Los objetivos de la terapia son los siguientes:

  • Conocer qué es la depresión, cómo funciona, cómo manejarla y prevenirla.
  • Ampliar el conocimiento sobre ti, identificando qué sientes, cómo lo sientes y que te puede ayudar a vivir esas emociones desde la aceptación.
  • Atender las pautas de autocuidado, eligiendo aquellos comportamientos que te ayuden a regular la emoción sin aislarte, o encerrarte en un bucle negativo.
  • Solucionar situaciones del pasado que estuvieran pendientes, generando malestar en tu presente.
  • Aumentar tu autoestima, valorándote globalmente.
  • Identificar aquellas creencias limitantes que te estén condicionando, modificándolas o eliminándolas.
  • Aprender a quererte tal y como eres.

El proceso se iniciará con una evaluación psicológica para conocer cuál es tu situación personal.

Después, trabajaremos en consulta para alcanzar tus objetivos, mediante el uso y aprendizaje de técnicas útiles que te ayuden a superar la depresión.

“Sé cómo tú eres, de manera que puedas ver quién eres y cómo eres. Deja por unos momentos lo que debes hacer y descubre lo que realmente haces”.

-Fritz Perls

Finalmente trabajaremos no sólo para que superes tu estado de ánimo depresivo, si no para que te sientas tú mismo en todas tus áreas, contextos y relaciones.

Si necesitas la ayuda de un psicólogo para recuperar tu estado de ánimo,

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