Los psicólogos abordamos el tratamiento de la ansiedad con mucha frecuencia, ya que la ansiedad es la reacción más común del cuerpo ante un problema o experiencia a la que no estemos acostumbrados.
Por otro lado, el tratamiento de ansiedad se aplica, salvo excepción del trastorno por ansiedad generalizada, a casos concretos en los que existe una ansiedad desmesurada ante una situación específica como puede ser la ansiedad ante los exámenes, a hablar en público, etc.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta innata de nuestra especie, cuya misión es asegurar nuestra supervivencia. Así, cada vez que sentimos que estamos en peligro, el organismo reacciona disparando el circuito de la ansiedad, haciendo que reaccionemos de forma más eficaz.
La ansiedad nos ayuda a reaccionar mejor y con más rapidez ante peligros inminentes del día a día, como un posible accidente con el coche o cuando nos encontramos en situaciones novedosas que exigen que nos comportemos de manera especial, como hablar en público, hacer un examen o pasar una entrevista de trabajo.
La conclusión a la que llegamos es que esta emoción es parte de nosotros, nos es útil y beneficiosa, siendo nuestra aliada en situaciones difíciles.
Sin embargo, puede volverse en nuestra contra cuando:
- Aparece en situaciones totalmente inocuas, que no suponen ninguna amenaza (subir en ascensor, viajar en avión).
- Cuando sentimos que tenemos algo que perder, hay algo en juego y estamos expuestos a una valoración externa.
En estas situaciones el nivel de ansiedad suele ser desproporcionado e interferir con nuestro objetivo. Por ejemplo, ante un examen, si el nivel de alerta es moderado, el rendimiento se verá beneficiado. Si por el contrario es excesiva, la tarea se verá entorpecida e incluso puede que queramos evitar la situación.
Síntomas del trastorno de ansiedad
Los síntomas de la ansiedad, su intensidad y frecuencia, generalmente son los que nos llevan a pedir cita con un psicólogo. Normalmente, si no hemos experimentado antes estas sensaciones, sentiremos miedo y sensación de falta de control, por lo que es muy útil conocer la naturaleza de estas reacciones para reducir el miedo a futuros episodios.
Los síntomas de ansiedad se ven reflejados a diferentes niveles, vamos a verlos:
SÍNTOMAS cognitivos
Los síntomas de ansiedad a nivel cognitivo son los pensamientos e imágenes que aparecen cuando empezamos a sentir el malestar. Interpretamos la situación y la valoramos como amenazante. Generalmente, si percibimos amenaza, el contenido de estos pensamientos será negativo y distorsionado, fomentando el aumento de ansiedad. Es común que aparezcan distorsiones cognitivas como la generalización, la anticipación negativa del futuro o la minimización de recursos personales.
SÍNTOMAS fisiológicos o emocionales
La ansiedad a nivel fisiológico o emocional hace que:
- Aumente el latido del corazón (para que llegue más sangre a los músculos), nuestra respiración será más agitada (con el objetivo de obtener más oxigeno),
- Estaremos en tensión muscular (por si es necesario huir),
- Podremos marearnos o sentir molestias intestinales,
- Nos sentiremos frustrados, incómodos, etc.
SÍNTOMAS motores
A nivel motor la ansiedad se refleja en todos los comportamientos que tenemos en situación de ansiedad. Podemos afrontarla de dos maneras:
- Escapando de la situación temida o evitándola.
- Mantenernos en la situación, exponiéndonos, lo que puede dar lugar a síntomas como inquietud, temblor, tartamudeo, inmovilidad o movilidad excesiva.
Aunque sentir ansiedad es una reacción adaptativa de nuestro organismo, podemos describirla como perjudicial o desadaptativa cuando el nivel es muy alto en situaciones en las que la mayoría de las personas no la experimentan.
Cuando realmente no está en juego nuestra supervivencia, y sin embargo interpretamos una amenaza, esta respuesta emocional nos resultará inútil, excesiva, inapropiada, no nos servirá para adaptarnos y nos dificultará el rendimiento.
En estos casos en los que el nivel de ansiedad interfiere significativamente en el bienestar de la persona, influyendo en su ámbito laboral, personal, y social, se recomienda pedir la ayuda de un profesional. En este entorno terapéutico será más fácil identificar aquellos estímulos que desencadenan la respuesta de alerta, con el objetivo de minimizar y controlarla.
Tipos de Trastornos de ansiedad
Son varios los tipos de trastornos de ansiedad con los que trabajamos los psicólogos:
Trastorno de ansiedad social (Fobia Social)
La fobia social aparece cuando sentimos miedo o ansiedad intensa relacionadas con situaciones sociales, en las que probablemente vamos a ser evaluados o así lo sentimos. Se teme actuar de forma no adecuada y que nuestra conducta sea valorada negativamente. También se teme sentir síntomas de ansiedad que sean percibimos por los demás, sintiendo vergüenza si así sucede.
Trastorno de pánico o angustia
En este trastorno, se experimentan crisis de pánico o angustia de forma inesperada y recurrente. Suelen ser episodios de una duración aproximada de 15 min, que darán lugar a que aparezca el miedo a que vuelvan a suceder. Estaremos preocupados y muy pendientes de cada sensación que podamos sentir, con el objetivo de intentar prevenir o controlar esas situaciones de malestar impredecible.
Trastorno de ansiedad generalizada
En el trastorno de ansiedad generalizada, experimentamos ansiedad y preocupación excesiva, persistente, por diferentes acontecimientos o actividades del día a día. La persona experimenta falta de control sobre esa dinámica de preocupación continua, expresando síntomas de sobreactivación fisiológica.
Trastorno de ansiedad por separación
En el trastorno de ansiedad por separación se expresa miedo o ansiedad intensa y persistente ante la separación de alguien con quien se tiene un vinculo emocional estrecho.
En estas situaciones de separación, expresaremos malestar psicológico, físico, preocupación, y rechazo a aquello que nos lleve a separarnos, como ir al colegio o al trabajo.
Agorafobia
En el trastorno de agorafobia, el miedo o la ansiedad aparecen en situaciones tipificadas como agorafóbicas, como es viajar en el transporte público, estar en sitios muy abiertos, en espacios cerrados, hacer cola o verse en lugares multitudinarios. La forma de gestionar este malestar es evitando estas situaciones, ya que se teme verse involucrado en ellas y no ser capaz de huir o pedir ayuda.
Mutismo selectivo
El mutismo selectivo es la incapacidad persistente de hablar o responder a otros en una situación social en la que se espera que pueda hacerse, a pesar de hacerlo sin problemas en otras situaciones, como puede ser en el ámbito familiar o con personas de confianza.
Fobias específicas
En las fobias específicas, la ansiedad o el miedo aparecen de forma intensa, insistente y permanente ante la presencia del objeto o situación temida. La respuesta será de evitación o de enfrentamiento con mucho malestar.
Trastorno de ansiedad inducida por consumo de sustancias o medicamentos
Este trastorno de ansiedad, en el que se experimentan crisis de angustia, se vincula directamente con el consumo o intoxicación de una determinada sustancia o medicamento.
Trastorno de ansiedad debido a otra afección médica
En esta situación, se experimentan crisis de ansiedad que se pueden justificar como consecuencia de otra afección médica.
Tratamiento para reducir la ansiedad
La terapia que realizo en mi consulta para el tratamiento de la ansiedad aborda tanto la parte cognitiva, (los pensamientos, ideas, creencias, etc), como la parte emocional del problema. Es necesario realizar un trabajo global y profundo para poder conocer, desde el origen, que es aquello que activa nuestro sistema de alerta.
Para ello se realizo una evaluación inicial que me permita comprender tu situación, vivencia, aprendizajes, contexto, etc.
Aplicando después, en función de tus objetivos personales, aquellas terapias y técnicas que aborden las áreas que quieras solucionar.
Con el tratamiento psicológico de la ansiedad se busca:
- Recuperar tu tranquilidad
- Aumentar tu autoconocimiento sobre que situaciones te hacen sentir ansioso o ansiosa
- Modificar las interpretaciones que realices sobre la ansiedad que estén ayudando a que ésta aumente.
- Cuando aparezca la ansiedad, que sientas la confianza necesaria para poder regularla y manejarla positivamente.
- Poder enfrentar nuevas situaciones que temas y elaborar nuevos aprendizajes, de tal manera que la aparición de la ansiedad te sea útil.
Si necesitas la ayuda de un psicólogo para manejar la ansiedad y recuperar tu bienestar,
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