El rabino Medir Cogen había dedicado toda su vida a estudiar las Escrituras. Era una autoridad apreciada en todo el mundo y sus sermones se publicaban en muchos idiomas, especialmente los dedicados al pecado de hablar mal de los demás.
En una ocasión, se hallaba en un tren de vuelta a casa y conoció a otro viajero. Este le habló del propósito de su viaje:
– Voy a la capital para conocer al gran rabino Mer Cohen.
Al rabino le divertió la coincidencia y quiso indagar más acerca de la opinión que se tenía de él. Seguir leyendo «Cuidar de uno mismo»