En el tratamiento del estrés, los psicólogos solemos trabajar con las respuestas de estrés «negativas», es decir, aquellas que no nos están ayudando en nuestro día a día y están repercutiendo en nuestra salud.
El estrés o la respuesta al estrés, es nuestra forma de afrontar y adaptarnos a las situaciones que aparecen en nuestro día a día.
Ante un estímulo estresante, nuestro organismo se va a poner en marcha, activando los recursos necesarios según la estrategia que vayamos a desarrollar: huir, enfrentarnos o soportarla. Y desactivará también aquellos procesos que no necesitemos y que conlleven una inversión de energía importante como puede ser la digestión o la respuesta sexual.
La respuesta que demos tendrá unas consecuencias, influyendo en cómo nos adaptamos al entorno, si es de una manera que nos es útil o si nos termina perjudicando. Podemos decir que, ante el estímulo, tendremos una percepción de estrés, que dará lugar a una respuesta y a sus consecuencias.
Las principales causas del estrés son aquellas condiciones ambientales, denominadas estresores, que generan estrés en la persona y que activan una respuesta adaptativa.
Aunque pensemos que suelen ser condiciones externas las que nos estresan, tiene un papel importante la forma en que percibimos el estresor. Nosotros, finalmente, con nuestra interpretación, vamos a darle ese valor.
Esto lo vemos continuamente. Ante una misma situación, podemos ver diferentes reacciones en los demás. Personas que reaccionan con humor, con queja o con agresividad ante el mismo suceso.
Aunque tendamos a pensar que los estresores tienen connotaciones negativas, también pueden ser positivas las situaciones, cambios y vivencias que nos estresen. Todo cambio que se viva como amenazante se vivirá como estresante.
Una posible clasificación de situaciones estresantes es la siguiente:
Las características propias del estresor como lo novedoso de la situación o la incertidumbre en la que nos sitúa, influirá en el aumento de nuestra respuesta.
A continuación vamos a ver los síntomas que pueden tener si te encuentas en una situación de estrés y una serie de trastornos que los psicólogos relacionamos con posibles consecuencia del mismo.
Estos trastornos se vinculan a la vivencia del estrés, bien porque son consecuencia directa, o porque empeoran ante la presencia del mismo.
Si estamos estresados es muy probable que suframos de tensiones, dolores musculares, dolor de cabeza, de espalda. Que tengamos problemas gastrointestinales como colón irritable, dispepsia, acidez de estómago, gases o digestiones pesadas. Diabetes o cansancio físico.
Otros tipos de trastornos que podemos tener derivados o aumentados por el estrés:
A nivel emocional podemos tener
Por último, a nivel conductual, podemos vivir:
Los psicólogos consideramos que hay varios factores que nos pueden ayudar a reducir el impacto del estrés en nuestra vida y que pueden ser nuestros aliados a la hora de establecer un equilibrio entre recursos personales y exigencias:
Los siguientes puntos que puedes leer a continuación, son objetivos a alcanzar en el tratamiento psicológico del estrés:
Si necesitas la ayuda de un psicólogo para reducir tu nivel de estrés y disfrutar de tu tiempo personal,
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