Practicar la respiración diafragmática es muy útil para manejar nuestro nivel de ansiedad. Te animo a que sigas los siguientes pasos y observes cómo te sientes después.
1- Afloja cualquier prenda que te apriete, sobre todo alrededor del abdomen
2- Coloca los pies ligeramente separados. Apoya una mano suavemente sobre el abdomen y otra sobre el pecho. Toma aire por la nariz. Esto permite que el aire se limpie y se caliente. Expulsa el aire por la boca. Si tienes algún problema nasal también puedes tomar el aire por la boca.
3- Concéntrate en tu respiración, lenta y suave, durante unos minutos e intenta tomar conciencia de que mano está subiendo y bajando en cada respiración.
4- Expulsa suavemente el aire de tus pulmones.
5- Toma aire mientras cuentas lentamente hasta tres, aproximadamente un segundo por número. Cuando tomes aires eleva ligeramente el abdomen. Siente el movimiento de tu mano. Intenta no mover los hombros ni el pecho.
6- Mientras inspiras, imagina que una bocanada de aire cálido y relajante entra en tu cuerpo y recorre cada parte de él.
7- Para un segundo después de haber inspirado.
8- Expulsa ahora lentamente el aire por la boca contando hasta tres. Mientras expulsas el aire, el abdomen descenderá.
9- Mientras el aire sale de tu cuerpo imagina que la tensión también está saliendo con él.
10- Para un segundo después de haber expulsado el aire.
Repite el mismo procedimiento entre 5 y 10 veces: toma el aire lentamente, para, expulsa el aire, para.
Si tienes dificultad para conseguir un ritmo regular de respiración, haz una inspiración profunda, mantenla durante uno o dos segundos y después expulsa el aire lentamente por la boca. Repite esto una o dos veces y vuelve al procedimiento inicial.
Con esta sencilla técnica de respiración puedes reducir tu nivel de ansidad en un momento dado considerablemente. Acuérdate de ella en los momentos en los que veas incrementar tu nivel de ansiedad.