Caminar permite reducir la ansiedad. Cuando salimos a caminar, estamos poniendo en marcha todo nuestro organismo.Caminar es una forma estupenda de activar el cuerpo y despejar la mente de aquello que nos genera ansiedad. Al pasear, cambiamos inevitablemente nuestro contexto. Quizás hayamos estado horas delante del ordenador intentando solucionar alguna gestión o hayamos estado mucho tiempo en casa, en la misma habitación.
¡Sal!, ¡Muévete! Respira aire renovado. Aprovecha las zonas verdes que tengas cerca de tu casa.
Nietzsche decía:
«El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros»
Disfruta ese no juicio para llenar tu mente de naturaleza y liberarla de aquello que te esté preocupando. Céntrate en el momento presente.
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